Felipe V y el Despotismo Ilustrado

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Felipe V y el Despotismo Ilustrado

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20/01/2001 "HISTORIA MODERNA", Curso Monográfico: Felipe V y su tiempo: Felipe V y el Despotismo IlustradoImagen
Proclamación de Felipe V como Rey de España en el Palacio de Versalles (Francia) el 16 de noviembre de 1700

En la primera página de nuestra revista trataremos un tema de Historia Moderna, el catedrático de la Uned, don Carlos Martínez Shaw, nos va a hablar de Felipe V y el Despotismo Ilustrado, un espacio que pertenece al curso monográfico Felipe V y su tiempo. Buenas tardes profesor.
Buenas tardes, me corresponde hablar de un tema como es el de Felipe V y el Despotismo Ilustrado, que naturalmente cobra en estos años 2000 - 2001, en los años en que se divide nuestro curso académico, especial interés por ser el año del centenario tercero de la instauración de la dinastía borbónica en España. No voy a referirme a aquello que ya mis compañeros que me han precedido en el uso de la palabra han hablado y han comentado con ustedes; no voy a referirme, por lo tanto, a la controvertida personalidad de Felipe V, el rey melancólico para muchos, el rey abúlico, el rey con accesos de locura, que ya ha sido suficientemente glosada por la profesora Marina Alfonso. Tampoco me voy a ocupar de las disposiciones que Felipe V dio en el orden interno de la Casa Real, del propio seno de la Corte, del propio núcleo cortesano, ya que de ello se ha encargado también mi compañero el doctor Juan Antonio Sánchez Belén. Voy a ocuparme por el contrario de ofrecer una visión general del Despotismo Ilustrado, la versión del Despotismo Ilustrado de Felipe V.


Felipe V, en efecto, puede ser considerado, y lo es, sin duda alguna, como el primer déspota ilustrado español con lo que ello implica. Es decir, la primera autoridad monárquica que encarna ese sentido de la renovación del absolutismo, que conocemos como Absolutismo Ilustrado, Absolutismo Tardío, Despotismo Ilustrado, etc.; y que viene marcado en todos los países y no solamente en España, porque en este sentido España no fue diferente tampoco, por algunos aspectos muy concretos. A estos aspectos son a los que me voy a referir en el siguiente orden.
El Despotismo Ilustrado de Felipe V y el de sus sucesores, se ocupó fundamentalmente:
• Primero de la racionalización administrativa, que implicó el reforzamiento de las claves autoritarias del poder.
• En segundo lugar potenció la defensa del Imperio mediante los instrumentos adecuados para que la presencia internacional española volviera a ser contundente y de primera magnitud. Estos instrumentos eran naturalmente y esencialmente el ejército y la marina.
• En tercer lugar me referiré al fomento económico. La economía con la que se encontró el primer Borbón era una economía desorganizada, pobre, que había sufrido de una forma muy grave eso que llamamos las crisis económica del siglo XVII.
• Y en cuarto y último lugar, me referiré a los comienzos de ese proceso, ese movimiento de renovación cultural que conocemos con el nombre de las Luces o la Ilustración.
1) Así pues, hablando en primer lugar de la racionalización administrativa, hay que decir que Felipe V, se encontró, por decirlo así, la racionalización administrativa a punto de ser renovada gracias a un hecho casual como fue el estallido de la guerra de Sucesión. La guerra de Sucesión permitió ya abordar las primeras reformas en el ámbito administrativo, las primeras reformas de carácter político, ya mientras estaba durando la guerra. Así la necesidad de allegar recursos para las tropas que estaban combatiendo en España, pues obligó a la creación de los intendentes que se ocuparon de establecer los recursos necesarios para este ejército en el terreno de los abastecimientos, de las pagas de los soldados, etc.
Pero sobre todo fue al final de la contienda cuando se produjo la implantación de los llamados “Decretos de Nueva Planta”, que implicaron un acercamiento de los reinos de la corona de Aragón a la corona de Castilla, introduciéndose en los reinos de la corona de Aragón una serie de instituciones, que si bien no eran instituciones castellanas, en algunos ámbitos si que establecían contactos con las instituciones castellanas. Así, la división territorial se hizo por corregimientos, los municipios empezaron a ser de nombramiento real directo, etc. Y en otros campos se introdujeron una serie de novedades que alteraban las estructuras políticas forales heredadas del pasado para crear un nuevo sistema de gobierno que fuera más racional, que fuera más posible de ser controlado, más susceptible de control, más uniforme, donde la autoridad monárquica pudiera penetrar mejor. De esa forma la máxima magistratura fue la Capitanía General, el capitán general que tenía el mando del ejército, y al mismo tiempo era la primera autoridad política aunque en este caso compartía las atribuciones políticas con la Audiencia de cada uno de los reinos, creando una especie de diarquía, una especie de gobierno dual, en el cual sin embargo siempre el Capitán General llevó las de ganar, llevó la preeminencia.
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Del mismo modo se estableció en todos los reinos, en todos los estados de la corona de Aragón un nuevo sistema fiscal, el sistema de contribución única con diversos nombres: talla, única contribución, catastro, etc. Pero que representaba la introducción de un impuesto de carácter progresivo que grababa sobre todo las actividades agrarias, pero también las actividades industriales y comerciales, y que fue por su éxito una constante reivindicación de la propia Castilla, que todavía sin su propia reforma fiscal y que arrastró a todo lo largo del siglo esa floresta de impuestos, de tributaciones de diversa índole que se llamaron las rentas generales y las rentas provinciales. Con ello los estados de la corona de Aragón se acercaron a lo que podría ser un gobierno general de España, sin que esto se diera. Realmente las Cortes de Cataluña, de Aragón y de Valencia fueron suprimidas, se crearon unas Cortes generales, ya que la representación de las corona de Aragón fue añadida a la de Castilla, pero aún así todavía no podemos hablar de unas Cortes españolas, ya que el reino de Navarra permaneció ajeno a este movimiento, y conservó sus propias Cortes a todo lo largo del periodo del Antiguo Régimen. Significa, por lo tanto, un paso adelante en la unificación política del país, pero un paso más, no, un paso ya decisivo que no se daría hasta la aparición del liberalismo.

En otro orden de cosas, también dentro de la racionalización administrativa, pero al margen de los reinos, la política de robustecimiento del poder central se dio por otros mecanismos. En el mecanismo de la administración central el hecho más singular fue la potenciación de las Secretarías de Estado frente a los antiguos Consejos. Las Secretarías de Estado eran un instrumento mucho más flexible, un instrumento mucho más rápido, un instrumento con el cual las decisiones gubernamentales se adoptaban de un modo más rápido y entraban en el tejido social también de modo más veloz. Sin embargo tampoco aquí la creación de las Secretarías de Estado supuso una transformación completa, radical que aboliera lo anterior como si fuera una tabla rasa, ya que los Consejos pervivieron aunque fueron perdiendo poder, excepto uno que siguió conservándolo y muy grande a todo lo largo del siglo, que fue el Consejo de Castilla. Aquí también, por lo tanto, se estableció una dualidad entre las nuevas reformas, las nuevas instituciones creadas y potenciadas como fueron las Secretarías de Estado y las herencias del pasado, singularmente el Consejo de Castilla, que siguió funcionando por su sistema de consulta frente a la vía reservada que fue el sistema más rápido y más eficaz de funcionamiento de las Secretarías de Estado.
En las relaciones con la Iglesia, también el estado borbónico trató de establecerla sobre nuevas bases que robustecieran su poder, y aprovechando la posición del Papado en la guerra de Sucesión pudo romper las relaciones para establecerlas sobre bases nuevas. Estas bases nuevas se concretaron en el reinado de Felipe V, en el Concordato de 1737,
que significó la aclaración entre el Papado y la Monarquía de una serie de cuestiones que estaban pendientes desde la dinastía anterior, y que llevó efectivamente a potenciar la fuerza del estado, la fuerza de la autoridad monárquica sobre las autoridades religiosas eclesiásticas.
Estos deseos de reforma administrativa y política también tuvieron su natural proyección en ultramar. En ultramar tenemos que contar con la creación de un nuevo Virreinato. El Virreinato del Perú era ya un instrumento demasiado pesado, incluía demasiadas regiones naturales para se gobernado desde la sola capital de Lima, y por lo tanto una región natural se independizaría constituyendo un virreinato de nueva planta, el llamado Virreinato del nuevo reino de Granada, o sintéticamente el Virreinato de Nueva Granada, cuya capital se estableció en la actual Colombia, en Santa Fe de Bogotá. Sería un primer paso para una nueva segregación de otro virreinato que ya se daría a final de siglo, el establecimiento del Virreinato del Río de la Plata, que englobaría más o menos para entendernos, el área que actualmente representa la república Argentina.
Del mismo modo también se pusieron las bases para una mejor administración de las islas Filipinas que habían sido desatendidas en gran medida por los gobiernos anteriores y que ahora se revitaliza, sucediéndose los proyectos y los planes para poner en mejor funcionamiento aquellos territorios tan lejanos. Incluso algunas áreas aún más alejadas como podrían ser las Islas Marianas y las Islas Carolinas fueron objeto de la atención de Felipe V, hasta tal punto que se puede hablar de un redescubrimiento de las Marianas y de las Carolinas en esta época, sobre todo del redescubrimiento de las Palaos, gracias a una serie de misiones de evangelización a cargo de los jesuitas que fueron traídos por barcos de la armada española entre los años 1708 y 1733, que aunque no llegaron a perdurar, sin embargo, serían la base para la futura reclamación de las islas Carolinas en 1885 como colonia española. En cualquier caso, con ello solamente queremos señalar, que el ansía, el anhelo de restructuración administrativa, de racionalización administrativa llegó hasta el último confín colonial español.
2) En segundo lugar, esta España dilatada con su extraordinario imperio, imperio que si bien había sufrido la amputación de todos los territorios europeos, conservaba prácticamente íntegros los territorios en América y en el Pacífico, pues fue posible gracias a la reorganización de dos instituciones fundamentales: el ejército y la marina. El ejército fue reorganizado desde el primer momento, desde la propia guerra de Sucesión, hasta tal punto que se crea una figura destinada a sustituir los viejos tercios que ya están obsoletos, como es el regimiento; del mismo modo se da una serie de ordenanzas para crear los diversos cuerpos del ejército: cuerpo sanitario, cuerpo jurídico, cuerpo religioso, etc., etc. Sin embargo la atención fundamental se vertió sobre la marina. La marina de guerra fue la niña mimada del reinado de Felipe V, ya que tuvo prácticamente preocupados por ella con carácter prioritario a los dos grandes ministros de la época, a José Patiño y al marqués de la Ensenada. Ellos dos fueron los responsables de levantar totalmente una marina que habían heredado hundida. A ellos se debe la creación de los departamentos marítimos de Cartagena, el Ferrol y Cádiz, a ellos se debe el fomento extraordinario de la marina de guerra con la construcción de nuevos barcos, con la garantía de los avituallamientos de maderas, de jarcias, de betunes, de alquitranes, de lonas, etc., para crear una marina, una verdadera armada real que nace realmente en este reinado de Felipe V, y que de nuevo puso a España en condiciones de defender su dilatado imperio como lo fue demostrando en las sucesivas guerras que le enfrentó fundamentalmente a Inglaterra.
3) El fomento económico también fue otra de las grandes vertientes atendidas por el reformismo ilustrado en España, aquí también todos los sectores fueron atendidos, fue atendida la agricultura, fue atendida la ganadería, fue atendida la industria, pero si hemos de destacar algún sector donde la acción del gobierno se hizo especialmente insistente fue en el terreno del comercio; aquí las medidas adoptadas fueron medidas trascendentes. La primera de ella fue sin duda la supresión de los puertos secos entre la mayoría de los reinos peninsulares; de tal modo que los productos pudieron circular libremente sin barreras aduaneras en el interior peninsular de la monarquía, con la excepción naturalmente de las provincias vascongadas en su condición de provincias exentas. También en este sentido el comercio con América fue posiblemente el sector mejor atendido y el sector que conoció más la actuación de los sucesivos gobiernos. Ya en 1720 el llamado “proyecto de flotas y galeones” permitió la reorganización del monopolio gaditano, que fue la primera base para a partir de aquí ensayar nuevas vías de penetración comercial en el terreno americano, sobre todo con la creación de las primeras grandes compañías privilegiadas para el comercio con América, como fueron la compañía guipuzcoana de Caracas o la compañía de la Habana, la primera creada en 1728 y la segunda en 1740.
4) Finalmente, Felipe V fue responsable también de lo que llamaríamos la “primera ilustración”, ya que fue desde el gobierno donde se dieron las directrices para crear el movimiento académico, la creación de las grandes Academias, de la Lengua, de la Historia, de Bellas Artes, para la creación de un arte cortesano, para la protección de todas las ramas del saber, de todos los territorios, iniciándose por esa reforma universitaria que creó la universidad de Cervera, llamada en el pensamiento de Felipe V y sus ministros a constituirse como la Atenas Borbónica.
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En conclusión, Felipe V tuvo una misión histórica, puso los cimientos y señaló los caminos del reformismo ilustrado. Su reinado fue el más innovador, el siglo XVIII en su conjunto hubo de seguir sus huellas. Por lo tanto, se puede decir que para un rey tan melancólico como ha señalado la historiografía, no está mal el haberse convertido también en el primer monarca ilustrado de España.
Última edición por avatar el 17 Oct 2011, 17:19, editado 3 veces en total.
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Eme
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Re: Felipe V y el Despotismo Ilustrado

Mensaje por Eme »

Muchas gracias, Avatar :D :smt023
"Si los hombres han nacido con dos ojos, dos orejas y una sola lengua es porque se debe escuchar y mirar dos veces antes de hablar." Marquesa de Sevigné.
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marducki
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Re: Felipe V y el Despotismo Ilustrado

Mensaje por marducki »

zenkius :smt023
Elemental querido Watson...
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Re: Felipe V y el Despotismo Ilustrado

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zenkius a vosotros :) :smt039
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Yaiza
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Re: Felipe V y el Despotismo Ilustrado

Mensaje por Yaiza »

Gracias Avatar.
Por encima de la torpeza y cobardía generales, aparece un ideal agrupador de regiones antagónicas y de clases en pugna, un ideal que extrae su fuerza del mutuo instinto de conservación y es el intelectual - no el poeta de ojos tristes
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Re: Felipe V y el Despotismo Ilustrado

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Yaiza escribió:Gracias Avatar.
Gracias a ti :)
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